Una relación sana se basa en la confianza, el respeto mutuo y la intimidad. Además, es muy importante mantener una comunicación asertiva, es decir, poder expresar lo que queremos y no queremos así cómo nuestros gustos, en un espacio libre de juicios. En definitiva, lo que define una relación sana es el poder ser uno mismo, el cariño y la corresponsabilidad afectiva.
Por el contrario, las relaciones tóxicas son aquellas que responden a un vínculo no sano para las personas involucradas. Normalmente una de las partes daña al otro o se dañan mutuamente y se crea una dinámica patológica.
Cómo identificar si tengo una relación tóxica
Existen varios indicadores que nos pueden ayudar a identificar que la relación que tenemos con otra persona no es sana:
- Intimidación a través del control y la dominancia.
- Dependencia emocional
- Manipulación, haciendo sentir al otro culpable y con menos valía.
- Malestar emocional: baja autoestima, tristeza, confusión, soledad y aislamiento.
- Desigualdad: una de las partes se centra en sí mismo, dejando de lado las necesidades del otro. No hay equilibro y el poder recae sobre una de las partes que hará lo que sea beneficioso para sí mismo, sin tener en cuenta a la otra persona.
- Celos y actitudes posesivas.
- Peleas y conflictos reiterados.
- Desinterés por lo que el otro siente o necesita: egoísmo.
- Falta de respeto y menosprecios continuos.
- Comunicación agresiva y dominante, invalidando lo que el otro piensa, necesita o hace.
¿Por qué caemos en relaciones tóxicas una y otra vez?
Es muy común que se repitan patrones por haber vivido en un entorno donde las dinámicas de relación eran de cierto modo. Esto nos lleva a naturalizar y continuar con ese patrón y esas conductas sin ser del todo conscientes.
¿Es posible cambiar una relación tóxica?
Es posible convertir una relación con una dinámica tóxica en una más sana, solamente si las dos personas involucradas se dan cuentan y aceptan lo que está pasando. Es decir, si realmente toman la decisión de trabajar y transformar el vínculo.
Sin embargo, esto es muy complejo porque normalmente una de las partes, en general la parte dominante, no acepta la situación y se pondrá a la defensiva e intentará seguir con la misma dinámica en la que posee el control. Pide información sobre nuestras terapias de pareja.