La neuroeducación es una ciencia en la que se aúnan conocimientos relativos a la sociología; ya que contempla la gran influencia del medio social en el desarrollo cerebral y por consecuente en el aprendizaje, y la psicología y la medicina; puesto que tiene en cuenta las partes del cerebro, la interacción entre ellas, así como sus procesos y desarrollo.

Esta ciencia relativamente novedosa, trata de basar la enseñanza tanto de alumnos (proceso de aprendizaje) como de profesores (proceso de enseñanza) en el cerebro y el conocimiento de este mismo, otorgándole una gran importancia a los procesos cerebrales de la emoción, curiosidad y atención, ya que gracias a estos es posible que se den los mecanismos de aprendizaje y memoria, que son los encargados de proporcionar los conocimientos. Dicho de otra forma, para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se consiga de forma óptima, habrá que partir de la emoción, creando curiosidad en los alumnos, y despertando así el placer por aprender, por lo que el estrés y/o las medidas coercitivas jugarán en nuestra contra en este proceso.

Así pues, se releva esencial dominar el mundo emocional para captar así la verdadera esencia de la enseñanza. Esta importancia se debe a que aquello que percibimos por los sentidos, nos genera una emoción, esta se “codifica” y se le otorga un significado, pudiendo ser este agradable, atractivo…o, todo lo contrario. Es justo después de este proceso de asociación cuando se dan los procesos mentales de razón y pensamiento. Todo esto nos lleva a la idea de no poder separar la emoción de la razón y, por tanto, de la enseñanza y aprendizaje.

Por este motivo, se hace necesario que los profesores sepan que todo aquello que se enseña tiene la capacidad de realizar modificaciones cerebrales física y químicamente, y que enseñar no se extralimita a la adquisición de conceptos teóricos.

Conocimiento de tres habilidades sociales

Por lo tanto, la neuroeducación nos permite ser conocedores de todo lo que forma parte de los procesos de aprendizaje y memoria y su significado desde la infancia y adolescencia hasta las personas adultas, ya que, aunque bien es cierto que es cerebro tiene mayor plasticidad en la más tierna infancia, es plástico durante toda la vida. A colación de esto último, cabe destacar que la plasticidad cerebral no solo otorga ventajas, sino que resulta esencial también saber que un daño, sea este del tipo que sea, causado en etapa de mayor plasticidad, cursará con peores consecuencias.

Este nuevo paradigma para la escuela tiene como objetivo potenciar y mejorar las habilidades y fortalezas, así como descubrir los déficits que dificultan el proceso de aprendizaje en determinadas materias; previniendo, reduciendo o mitigando las consecuencias de los ambientes poco propicios en los que se puede ver inmersa la población escolar.

Además, la neuroeducación nos ofrece el conocimiento de tres habilidades sociales básicas que se aprenden de forma temprana y que son sumamente importantes para posteriores aprendizajes.

  • La imitación: puesto que de forma innata es la principal manera de aprendizaje, especialmente en los más pequeños.
  • La atención compartida: el hecho de que adulto y pequeño compartan la percepción de equis objeto, facilita el aprendizaje de significados, y más relevante aún, el de las palabras y la comunicación social
  • La comprensión empática: la capacidad de sentir emociones y sentimientos es esencial en el proceso de maduración del cerebro, llegando así a reconocerlos en los demás.

Por Paloma Morcuende.